Voy a contarles una historia personal. Esto sucedió en una reunión de finales del año pasado. Hablábamos de las manifestaciones en las calles, los paros, de la nueva alcaldesa, del trabajo del alcalde saliente, el presidente Duque, etc.
La fuerte polarización y las diferencias extremas de pensamiento nos han llevado a discutir con familiares y amigos. Encontré en mi interlocutora una persona de clara tendencia política con argumentos sólidos y sobre todo con un gran descontento con la situación mundial y local, defendiendo la protesta social y con una necesidad evidente de cambio general.